En 1993, cuando el Comité Central del Eln estuvo en diálogos con el Gobierno, que a la postre fracasaron, Jesús Sánchez Caro, 'Cristóbal' se radicalizó y formó el Erg con 18 guerrilleros más.
La cuota familiar creció en 1997, cuando las autodefensas ingresaron al Carmen y muchos Sánchez se tuvieron que desplazar. Ahí fue cuando se unió Lizardo Sánchez Caro, alias 'Romaña', quien hacía parte de un sindicato de jornaleros en Guaduas.
Y a mediados de junio de 1998, los 'paras' entraron a Guaduas, mataron a cuatro personas e incineraron las casas y sacrificaron los animales domésticos. Así mismo, provocaron la salida de los 253 moradores (65 familias), y la tierra más prometedora del Carmen quedó desolada,.
A raíz de esto, Efraín Sánchez Carlo 'Juan Pablo', de 37 años, el menor de los tres voceros, que era funcionario de la Corporación Autónoma de Chocó (Codechocó), se enroló al año siguiente.
En las conversaciones que el Gobierno ha sostenido con el grupo para dejar las armas esta semana en la vereda Guaduas los tres hermanos fungen como representantes de esta guerrilla.
Ellos son hijos de Octavio Sánchez, un finquero de los primeros que poblaron la vereda Guaduas, ya muerto, y Josefa Caro, una matrona que ronda los 76 años. Además de ellos, se desmovilizará Octavio de Jesús Caro, hermano medio de los anteriores. Otros familiares han estado en el grupo por temporadas.
El más viejo en la guerrilla es 'Cristóbal', que hace 24 años decidió dejar la brega en el campo para irse al monte. A pesar de que era un campesino con cuarto de primaria, ha sido un buen lector y con su habilidad militar alcanzó posiciones de mando.
Diezmados
La disidencia comandada por los hermanos Sánchez habría llegado a tener cerca de 400 integrantes y presencia en muchos municipios de los límites entre Chocó, Antioquia, Risaralda e, incluso, el Valle.
Pero los continuos golpes del Ejército en los últimos años y las deserciones los redujeron a 48 combatientes activos. Trece más están presos.
La cruz de la familia
En todo caso, los cuatro hermanos no son más que una minoría que tomó las armas en esta familia de cerca de 100 miembros.
Aún así, sobre el resto de personas que llevan este apellido ha recaído el señalamiento de los organismos de seguridad, de los 'paras' y hasta de frentes de las Farc y del Eln con los que el Erg ha tenido discrepancias y peleas por dominio territorial.
Carlos*, un nieto de doña Josefa, cuenta que a la vieja le ha tocado muchas veces huir por las escarpadas montañas limítrofes entre Chocó y Antioquia, pero siempre vuelve porque sortea cada situación con su carácter frentero.
Una vez, por ejemplo, pasaron varios guerrilleros de las Farc por el frente de su casa y como hacía mucho tiempo que no veía a 'Cristóbal', tenía puesto en la pared un aviso de 'Se busca', con la foto de él.
-¿Usted sabe que él es enemigo nuestro? -le dijeron los guerrilleros.
-Podrá ser muy enemigo de ustedes, pero es mi hijo acá o donde esté -les contestó la mujer. Entonces, los guerrilleros se fueron en silencio montaña arriba.
Carlos cuenta que su papá hizo parte un tiempo del Erg y que huyó con un hijo de 'Cristóbal' y lo declararon objetivo militar. Él ha cargado con la cruz de su apellido y estuvo ocho meses en la cárcel, en el 2004, con su hermana, por sospecha de rebelión. Y le tocó en otra ocasión huir con una hermana porque lo iban a matar.
Ahora, con la desmovilización, que será este jueves, los pobladores esperan que llegue la paz por fin a esta tierra, en especial para los Sánchez.
"Es un milagro que se haya dado este proceso y que todos (sus tíos) estén vivos", dice Carlos, que considera que ahora el problema es que el Gobierno haga presencia y proteja a Guaduas, donde queda la casa de los Sánchez Caro.
El prontuario del grupo guerrillero
Con los secuestros, las quemas de carros, las 'vacunas', las declaratorias de paro armado y los asesinatos selectivos, el Erg azotó la carretera Quibdó- Medellín.
Las acciones más sangrientas de ellos que se recuerdan en el Chocó son la emboscada a una patrulla del Ejército con 6 soldados y 12 civiles muertos (1994), otro ataque en el mismo lugar en el 2000, con 5 policías muertos; la emboscada en la que fallecieron 10 policías en la vía Quibdó-Tadó (2005) y un atentado con 3 agentes muertos y ocho heridos en Bagadó (2005).
En los últimos años, el grupo se fue diezmando por los combates con otras guerrillas, con el Ejército y, claro, por las deserciones.
Cortesia Diario el Tiempo