Crónica
Por Carlos Andrés Valencia Masso
Recorriendo calles, me encontré con un camino que mas parecía de herradura, pero que me llevo al barrio santa teresa, aquel junto a la escuela para niñas de El Carmen, y me acorde que cerca quedaba la legendaria quebrada San Antonio, unas de las pocas que no sea desbordado, por que si usted revisa desde el Siete hasta la cabecera municipal, la gran mayoría de afluentes que quedan al costado izquierdo del rió Atrato son solo un hilito de agua y mucha piedra.
Decide caminar hacia la quebrada con las botas que me había prestado yolián el carnicero, pues así estaba en condiciones de ingresar por el camino que me conduciría al interior de ese gran cañón, que comienza en el alto de la finca el chagualo y que tiene en sus extremos al morro de la cruz y la repetidora, después de haber caminado 10 metros comenzó ese delicioso olor a vegetación, sí de inmediato sentí que era aire fresco y no esa polución que respiro a diario en Medellín, de repente las botas prestada del carnicero se sumergieron en el barro del camino y por poco me voy al suelo, una vez incorporado comencé a oír una caída de agua y al asomarme sobre un barranco ahí estaba, majestuosa e imponente como la recordaba era la Piedra del Diablo, sobre la que se dice aparece el Diablo después de la doce la noche a bailar sobre la meseta que deja esa piedra, que ha estado incrustada, me atrevería a decir por siglos en ese mismo punto del cañón de san Antonio.
Mi curiosidad periodística no se iría tranquila hasta que no volviera a pararme sobre ella, a observarla para describirla en esta crónica, a fotografiarla y a mirar de nuevo el paisaje que ve ese Diablo parrandero cuando se aparece sobre ella.
Y es que aunque no esa tan imponente como la del peñol, pues es uno de nuestros puntos turísticos, o me van a decir que ustedes nunca fueron o bañarse en la cascada o hacer sancocho sobre ella o por lo menos a contemplar como corre el agua de la quebrada San Antonio.
Es además un excelente punto para pensar o meditar si así su vida lo necesita, tranquilidad y aire puro es lo que refleja la Piedra del Diablo, que más que miedo lo que inspira es tranquilidad y ganas de hacer un sancocho.
Si en vacaciones vas a El Carmen no se te olvide subir a la Piedra del Diablo.
2 comentarios:
Hola
Carlos andres, me parce muy bueno tu articulo, espero que sigas compartiendo y promoviendo con mucha màs gente las actividades de ecoturismo en nuestro publo amado.
Cordialmente,
Jinny Juliet
Carlos.
Me ancanto este articulo sobre la piedra del diablo, de inmediato regrese en el tiempo y me acorde de aquel tiempo tan bello cuando solo eramos una colegialas de la Escuela Santa Teresa, y nos encantaba irnos de paseo a la Quebrada de San Antonio hacer las famosas comitivas....que bello que le muestres a todo el mundo las bellezas que puede encontrar en nuestro querido pueblo
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